La noche del pasado martes un grupo de personas subió a la azotea del Centro de Internamiento de Extranjeros de Aluche. Un acto que podría parecer irrelevante para muchos y que a la vez supone tanto para casi 3000 personas en España que están recluidas en ellos. Desde allí clamaban por su libertad y un trato humanitario. Durante 12 horas, bajo la lluvia y el frío estas personas no abandonaron la protesta. Abajo, frente al CIE, se encontraban muchos vecinos y vecinas, apoyando y vigilando, acompañadas de cargos electos como concejales y concejalas del Ayuntamiento de Madrid y diputados de Unidos Podemos. Desde el Ayuntamiento, sin competencias en el centro, pero con competencias en materia de Derechos Humanos, se ofrecieron todos los recursos para interceder por una resolución pacífica de la protesta y sin consecuencias para los internos.
Pero no fue suficiente y ayer aparecieron en medios de comunicación denuncias por extorsiones y palizas contra los internos, cometidas tras la protesta. Por supuesto estas personas continúan ilegalmente encerradas en el CIE en terribles condiciones a la espera de una posible deportación, que ni siquiera tiene por qué ser a su país de origen.
Los Centros de Internamiento de Extranjeros en España se crean en 1985 bajo el gobierno del PSOE en la primera Ley Orgánica de Extranjería, donde se remarca que los CIE “no tendrán carácter penitenciario y estarán dotados de servicios sociales, jurídicos, culturales y sanitarios”. Sin embargo, tanto por su funcionamiento como por el régimen interno que mantienen, en la práctica los CIE operan como cárceles, o aún en peores condiciones. Además, no se contempla ninguna medida especial para las mujeres, ni para las embarazadas o las víctimas de trata, vulnerando de forma sistemática los derechos de las mujeres migrantes.
Por todo ello creemos que los Centros de Internamiento para Extranjeros son cárceles fuera de la ley, instituciones represoras, sin garantías y opacas donde se vulneran derechos humanos básicos y leyes tanto españolas como internacionales. Es sintomático que los responsables del centro impidan sistemáticamente el paso a autoridades municipales o que las organizaciones garantes de DD HH tengan tantas dificultades para acceder.
Desde movimientos sociales, las vecinas y vecinos de Madrid llevamos muchos años exigiendo el cierre de todos los CIE y seguimos haciéndolo. Creemos firmemente que es obligación del Ayuntamiento de Madrid pedir el cierre del CIE de Aluche, tal y como hicieron los concejales y concejalas que pasaron la noche del martes frente a la puerta del mismo. Desde hace meses diferentes ciudades del cambio han presentado mociones en sus plenos pidiendo el cierre de éstos y es hora, por tanto, de elevar esa petición a los responsables mediante una moción en el Pleno del Ayuntamiento Madrid. Para que dicha moción se apruebe, el PSOE madrileño tiene la oportunidad de reconducir su postura
y decidir dónde quiere estar: con los derechos humanos y por el cierre de estos centros, o poniéndose de perfil ante esta gravísima situación de vulneración.Nos preocupa especialmente que para pedir el cierre de los CIE, se busque una mejora de las condiciones de los recluidos en estos centros, o la implantación de supuestas “medidas alternativas” de control que priven la libertad de manera parcial – brazaletes, pisos controlados etc.- Pensamos que todas ellas vulneran del mismo modo los derechos humanos de las personas y no deben ser contempladas como alternativas a los Centros de Internamiento, perpetuarían la idea de que estas personas merecen un trato discriminatorio frente el resto de vecinos y vecinas de Madrid, por el hecho de estar en una situación administrativa irregular que no constituye ningún delito.
Pedimos, por tanto, que el PSOE de Madrid se posicione a favor en el Pleno del Ayuntamiento de Madrid votando a favor de una moción que pida el cierre de los CIE. Sabemos que esta votación no significará el cierre inmediato del CIE de Aluche, pero creemos que es necesario un posicionamiento desde las ciudades sobre lo que pasa en su territorio, especialmente cuando se trata de cuestiones tan importantes como los DD HH, la igualdad y el respeto. Esta medida es necesaria, tanto para que el ministro de Interior entienda que los madrileños y las madrileñas no queremos el CIE en nuestra ciudad, como para presionar desde abajo para recuperar la gobernanza de nuestras ciudades.
Uno de los fundamentos del municipalismo democrático ha sido profundizar y extender los derechos sociales y humanos entre los vecinos y vecinas de nuestras ciudades. No pueden existir la justicia y la solidaridad en nuestros barrios mientras se prive de condiciones mínimas de ciudadanía a quienes ya son ciudadanos y ciudadanas por formar parte de nuestra sociedad. Habitar las calles, compartir su realidad nos transforma a todos y todas en comunidad. El municipalismo seguirá apoyando la noción inclusiva de ciudad, y por eso todas las iniciativas sociales, vecinales, institucionales, que se orienten en esta dirección contarán con nuestro apoyo.