Madrid129

Operación Norte de Madrid: Recorrido y posición de M129

En el pasado mes de julio se presentó el acuerdo entre el Ministerio de Fomento, ADIF, el Ayuntamiento de Madrid – como partes públicas del proceso -, y la promotora San José y el BBVA (Distrito Castellana Norte o DCN) – como partes privadas del mismo – para el desarrollo de la zona de norte de la ciudad de Madrid desde la estación de Chamartín hasta más arriba de Las Tablas. Hacer una cronología resumidísima del proceso de 20 años nos lleva hasta la últimas tres propuestas realizadas por el Ayuntamiento de Madrid:

La Operación Chamartín era una propuesta megalómana al servicio de la promoción especulativa que, aún con mayoría en las tres administraciones implicadas, el propio Partido Popular de Ana Botella no se atrevió a formalizar. Una propuesta que entre otras cosas ampliaba el eje de la Castellana hasta el barrio de Fuencarral, buscando conectar la ciudad con el límite urbano del norte y ampliar de forma desproporcionada el tejido residencial. Esto, sumado a un proceso de venta – por parte del gobierno del Partido Popular – del parque público de viviendas a fondos buitre, deja sin recursos a un Ayuntamiento con un claro problema social de vivienda en una ciudad con un alto porcentaje de casas vacías en manos de entidades financieras que buscan su revalorización para conseguir más ganancias, bajo la mirada indolente de la Comunidad.

Cuando Ahora Madrid entra en el Ayuntamiento, se abre una mesa de diagnóstico de la propia Operación Chamartín en la que por primera vez se cuenta con el tejido vecinal, que ha sido el máximo protagonista en la impugnación a la misma. De ese proceso sale una propuesta que se presenta como Madrid Puerta Norte, donde se reduce considerablemente el ámbito de actuación de la operación y que desestima por completo la anterior. Madrid Puerta Norte establece unas directrices que marcan una clara limitación de la inversión privada a favor de un uso del suelo más enfocado a la ciudadanía. Sin embargo, esta propuesta no recoge el consenso de los dueños del suelo (ADIF) y la inversión privada, que no sólo abandonaron la mesa sino que denunciaron al Ayuntamiento por abandonar la Operación Chamartín (dos denuncias que hoy se encuentran suspendidas debido al acuerdo entre el Ayuntamiento, las administraciones implicadas y los socios privados). Esa nueva situación de bloqueo se rompió con un nuevo periodo de negociaciones, pero esta vez sin la presencia del actor fundamental de la fase inicial: la ciudadanía representada en distintas asociaciones y entidades. Dicho proceso de negociación denominado Mesa Técnica nos lleva hasta la presentación del proyecto Madrid Nuevo Norte el pasado mes de julio de 2017.

Desde M129 vimos con ilusión la apertura de la mesa participativa de negociación que dio como resultado el proyecto Madrid Puerta Norte. Pero hemos asistido con tristeza y decepción tanto al rechazo inicial de los privados y su voluntad de bloqueo como a la incapacidad política para llegar a acuerdos de consenso con las entidades sociales y vecinales participantes en la mesa. Sabemos que cuando se está en la institución es necesario negociar y trabajar con las distintas partes implicadas, y entendemos la necesidad de acuerdo que no bloquee la operación, pero siempre contando con quienes han acompañado el proceso desde el principio y quien es el principal responsable de que la Operación Chamartín no saliera adelante en su momento: el tejido asociativo que ha venido participando en las mesas hasta, por desgracia, el último momento.

Consideramos, por tanto, que había margen para el trabajo en la mesa que diera como resultado un acuerdo de de todas las partes que componen este proceso, principalmente porque una operación de tal envergadura a diferentes niveles (movilidad, vivienda y precio de la misma, equilibrio Norte – Sur, infraestructuras, etc.), va a marcar el desarrollo de la ciudad para las próximas décadas. La llegada de Ahora Madrid al Ayuntamiento se debe en gran medida, a que la ciudadanía elige formar parte de las decisiones que van a determinar sus condiciones de vida y las de las siguientes generaciones.

Por eso desde M129, hace meses, realizamos dos propuestas para intentar desbloquear la situación:

– O bien una consulta ciudadana que permitiera validar o no la propuesta.

– O bien un proceso de diálogo con las entidades que han estado desarrollando el proceso junto al Ayuntamiento y que impulsaron Madrid Nuevo Norte. Planteamos esos diálogos en torno a tres ejes: la propia operación, tal y cómo se concibe en este momento, un eje de reequilibrio económico y otro de reequilibrio territorial.

Aunque ambas opciones fueron escuchadas atentamente por parte de Alcaldía y el área de Desarrollo Urbano Sostenible, ninguna de las dos se han materializado hasta el momento. Consideramos que Madrid Nuevo Norte, el acuerdo actual, dista mucho de los criterios de reequilibrio que necesita la ciudad de Madrid. Uno de nuestros ejes de trabajo para la lucha contra la desigualdad.

Esto nos aleja de los mínimos democráticos con los que consideramos debe contar la operación para su aprobación. Estos espacios de diálogo, esta construcción de propuesta debe darse y creemos que estamos a tiempo de que así sea. Conocemos los límites para ello – burocracia, tiempos, presiones -, pero es nuestra responsabilidad. La participación y la construcción de consensos amplios debe incluir al conjunto de participantes en las mesas de diagnóstico e impulso de Chamartín, Madrid Puerta Norte y Madrid Nuevo Norte. Es el mínimo al que nos comprometimos al abrir espacios de diálogo ciudadano.